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Ayudando a prevenir la diabetes gestacional


La diabetes gestacional o la diabetes del embarazo afectan entre el 5 y el 18 por ciento de los embarazos. Esta condición se desarrolla cuando las mujeres embarazadas no pueden producir suficiente insulina para mantener los niveles sanguíneos de glucosa bajo control. Es importante reconocer y tratar la diabetes gestacional para minimizar el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé. Las complicaciones incluyen tener un bebé grande (9 libras o más), muerte fetal, hipoglucemia neonatal (bajo nivel de azúcar en la sangre en el recién nacido) y preeclampsia. Las mujeres generalmente son examinadas para la enfermedad entre las 24 y 28 semanas de gestación. Los que tienen ciertos factores de riesgo deben ser examinados antes. Los factores de riesgo incluyen una historia de diabetes gestacional, obesidad y una fuerte historia familiar de diabetes. Beber una bebida dulce y luego extraer sangre una hora más tarde es cómo se realiza la prueba.

Una vez diagnosticadas, las mujeres embarazadas deben ver a un dietista para desarrollar un plan de alimentación más saludable y son monitoreados de cerca para prevenir complicaciones. El número de visitas prenatales aumenta. Las mujeres generalmente deben revisar sus niveles de azúcar en la sangre cuatro veces al día (antes del desayuno y una hora después de cada comida). El bebé es monitoreado de cerca, así como a través de ultrasonidos frecuentes. Por lo general, las mujeres son capaces de controlar los niveles de azúcar en la sangre con modificaciones simples en sus dietas. En los casos en que los azúcares de la sangre no pueden ser controlados con la dieta y el ejercicio, entonces la insulina u otras medicaciones pueden ser requeridas. La ruta y el momento del parto dependen de si la mujer está tomando medicamentos para controlar el azúcar en la sangre y también cuán grande es el bebé. Muchas mujeres son capaces de tener partos vaginales. Sin embargo, el riesgo de traumatismos tanto para la madre como para el bebé durante el parto aumenta con la diabetes gestacional incontrolada si el bebé es demasiado grande. Cuando se estima que el feto tiene un cierto peso (más de 4500 gramos), se recomienda el parto por cesárea.

Aunque la diabetes gestacional generalmente se resuelve después del parto, entre un tercio y dos tercios de las mujeres siguen en riesgo de desarrollarlo en posteriores embarazos. Las mujeres obesas tienen un 50-75 por ciento de riesgo de diabetes tipo II, mientras que las mujeres de peso normal tienen menos del 25 por ciento de riesgo. Por lo tanto, las mujeres con diabetes gestacional deben volver a ponerse a prueba 6 a 12 semanas después del parto. La diabetes gestacional no es infrecuente. Aunque muchas mujeres lo hacen bien, el diagnóstico no está exento de riesgos tanto para la madre como para el bebé. Por esta razón, es importante reducir su riesgo de desarrollarlo a través de una dieta adecuada, ejercicio y mantenimiento de un peso saludable.

Eboni C. January, MD

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